España, un país barato en sanidad
Recientemente el New York Times (junio, 2013), publicó un artículo que reproduce los resultados de un estudio de la International Federation of Health Plans (una asociación que agrupa a aseguradoras sanitarias, de España están representadas Adeslas y Sanitas), sobre los precios de las distintas intervenciones, procedimientos, medicamentos y dispositivos médicos en sanidad. En el mismo se demuestra que EEUU tiene los precios más altos del mundo. Ver este trabajo en el PDF adjunto.
Con ello se demuestra lo que ya sabíamos: que la gran diferencia de gasto sanitario en EEUU (18% del PIB) frente a otros países de la OCDE se deriva del precio de los servicios. No es el único factor (intensidad de la atención, gastos administrativos y medicina defensiva son otros), pero sí, de lejos, el más importante.
La noticia no es tanto que EEUU tenga los precios más altos de servicios en sanidad, sino que España los tenga de los más baratos.
Veamos algunos ejemplos: un angiograma cuesta en EEUU una media de 914 $, mientras en España 125 $, sólo superado a la baja por Canadá (35$). Una resonancia cuesta de media en EEUU 1.121 $ mientras en España 230 $. El coste de una estancia hospitalaria es de media en EEU 4.287 $, en España 476 $. Una prótesis de rodilla vale en EEUU 25.637 $, en España 7.827 $. También los medicamentos son más baratos en España, el Lipitor vale en EEUU 124 $, mientras en España vale 13 $. Los dispositivos médicos son también más baratos, una prótesis de cadera vale de media en EEUU 12.222 $, en España 2.682 $.
¿Alguna conclusión de este hecho?. Parece obvia. España está en una posición inmejorable para competir en el creciente turismo médico. Rusia y países del Este, países árabes y Estados Unidos envían cada vez mayor número de pacientes a intervenirse a otros países.
El estar en una buena posición no quiere decir que el fenómeno de atracción se produzca, si no se dan otros elementos:
- El estar introducido en los circuitos de turismo sanitario, hay brokers internacionales especializados en esa actividad, con los que hay que tener contacto, si se quieren recibir pacientes.
- Acreditación de calidad, este es un prerrequisito absoluto. Las instituciones que quieran competir en turismo sanitario tienen que tener una acreditación de calidad reconocida internacionalmente.
- Completar la oferta sanitaria con una oferta turística y de ocio. Aquí las posibilidades de acuerdo entre empresas sanitarias y de turismo son grandes.
En resumen, España está en buena posición, pero hay que saber aprovecharla. Todo hay que decirlo: hasta ahora no lo ha hecho.