El lamentable papel de los Colegios de Médicos catalanes
Hace unos días los colegios de médicos catalanes sacaban una nota que era un apoyo total al llamado «procés» que estaba teniendo lugar en Cataluña y que, como hemos visto, era pura y simplemente un intento de golpe de Estado contra la democracia y la Constitución.
Es evidente que esto es una utilización indigna de una institución de afiliación obligatoria que, por representar a todos los colegiados, con sus variadas y diversas posturas políticas, no debería posicionarse políticamente, sino limitarse a la representación profesional.
Pero, dentro del proceso de «construcción nacional» puesto en marcha por Pujol, eso incluía la utilización de todas las instituciones para el ideario nacionalista. Y ahí se apuntaron sin la menor inhibición los colegios de médicos.
Hasta ahí no hay noticia. Ya sabíamos que durante muchos años los colegios de médicos catalanes actuaban como baluarte del nacionalismo.
Lo que es noticia es que, dado el cambio que se generó en la últimas semanas en la sociedad catalana, esta nota de los colegios de médicos activó una reacción de más de 1.500 médicos catalanes, denunciando esta actuación y reclamando la intervención del Consejo General de Colegios de Médicos.
El Consejo ha sacado una nota modélica y en ese caso va a intervenir la comisión deontológica.
Queremos pensar que el ridículo nacional e internacional que ha protagonizado el Govern de la Generalitat catalana nos libre de las veleidades golpistas del independentismo al menos por una generación. Insisto: no del nacionalismo o independentismo, posiciones políticas respetables, sino de su deriva golpista, en la que han caído tantos. Y que, en ese efecto benéfico, vaya incluido un cambio total de los colegios de médicos en Cataluña.