Tecnologías disruptivas en sanidad
Se sabe que las Revoluciones Industriales son un complejo fenómeno en el que intervienen elementos tecnológicos, socioeconómicos, políticos y culturales. No obstante, en todas ellas hay lo que se llama una o varias “tecnologías de uso general” (General purpose technologies), sea la máquina hiladora o el motor de vapor, en la Primera Revolución Industrial; el motor de explosión y la electricidad, en la Segunda; los ordenadores, más tarde; e, Internet y la biotecnología, en la actualidad.
El McKinsey Global Institute ha publicado en mayo de 2013 un interesante documento sobre tecnologías disruptivas en el inmediato futuro. Se entiende por tecnologías disruptivas las que cambian de forma radical las formas de vida, los negocios y la economía. Identifica 12 tecnologías disruptivas:
- Internet móvil
- Automatización del trabajo basado en el conocimiento
- El “Internet de las cosas”
- La tecnología en la “nube”
- La robótica avanzada
- Los vehículos autónomos o semi-autónomos
- La nueva genómica
- El almacenamiento de la energía
- La producción por 3D
- Los materiales avanzados
- Nuevas formas de exploración y utilización del petróleo y el gas
- Energías renovables
Me he permitido subrayar aquellas que tendrán impacto relevante directo en el mundo de la salud. Nada menos que 8 de 12.
El Internet móvil permitirá el seguimiento de los pacientes crónicos de forma permanente, acabando con la atención ocasional y espaciada que les ofrece el sistema presencial actualmente. La automatización del trabajo basado en el conocimiento aportará herramientas de soporte al diagnóstico y el tratamiento, sustituyendo gran parte del trabajo médico actual. Lo podemos ver en lo que representa ya IBM-Watson, un potente software de ayuda médica en oncología. El “Internet de las cosas” se generalizará en el mundo de la salud, ya que cada vez dispondremos de más dispositivos médicos móviles con conexión a Internet. La tecnología en la “nube” permitirá a las organizaciones sanitarias utilizar potentes softwares, sin necesidad de que estos residan en los equipos propios. La robótica avanzada tendrá cada vez más presencia en sanidad, sobre todo en cirugía y en la ayuda a personas con problemas de movilidad. La nueva genómica permitirá incluso un cambio de la clasificación actual de las enfermedades. Ante el abaratamiento tan radical de la tecnología de secuenciación, el cuello de botella ahora es la interpretación de los resultados, para lo que se necesitarán procedimientos informáticos avanzados. La producción por 3D se presenta como una revolución en el mundo de la fabricación, al permitir “imprimir” objetos sólidos mediante una impresora que en vez de tinta utilice materiales diversos, haciendo así lo que se llama fabricación aditiva. Nada impediría, en teoría, poder fabricar de esta manera órganos sólidos, que pudieran ser utilizados para trasplante. Los materiales avanzados, particularmente la nanotecnología, tendrán cada vez más presencia en sanidad, sobre todo en algunos procedimientos diagnósticos y nuevos medicamentos.
Es un repaso muy rápido, pero suficiente para vislumbrar la revolución que va a experimentar el mundo de la salud en los próximos años. Hay que estar preparados.